Domingo, 26 de octubre de 2008

La imagen de las descascaradas aulas vacías de alumnos durante estos días de conflicto gremial docente contrastan con las de las impolutas aulas pletóricas de dirigentes del mañana que conforman el paisaje habitual de las escuelas privadas, donde la adhesión al paro, incluso cuando los docentes en muchos casos son los mismos de las escuelas públicas, es prácticamente nula. Esto ocurre, increíblemente, aún cuando los salarios de los docentes de uno y otro sistema son prácticamente idénticos.

"La decisión de acatar o no la huelga depende de cada colegio, aunque existe una muy arraigada costumbre de no adherir a los conflictos gremiales por parte del personal docente que se desempeña en el ámbito privado, sin que esto signifique que se considere impropio el reclamo de nuestros colegas del sector educativo público. Es más, con cada exito de la 'lucha' de los docentes públicos, los dueños de colegios privados nos vemos en la necesidad de aumentar el valor de la cuota para poder equiparar el salario de nuestro sufrido plantel docente, el cual pone por encima de su interés personal la salvaguarda de la educación de su alumnado. Para nuestros empleados... perdón, para nuestros docentes 'la educación es un sacerdocio' ", aseguró Nélida Carnazza de Cannon, titular de la Cámara de Educación Privada de la República Surrealista de Argentongo.

Según Carnazza de Cannon: "En el sector público hay una mayor incidencia del gremio a la hora de implementar una medida de fuerza, mientras que en el sector privado el docente tiene 'conciencia' de que los papás además de pagar los impuestos pagan una cuota por la educación de sus hijos, con la cual, además, el colegio paga sus salarios. esto dá derecho a los papás a exigir que sus hijos reciban el producto por el cual pagan, en nuestro caso este producto es el dictado de la totalidad de las clases, y por carácter transitivo, la eliminación del plantel docente de aquellos elementos distorsivos de la cultura del trabajo que puedan dar un mal ejemplo a sus hijos".

"¿Por qué no paramos?. Porque como educadores creemos que se debe privilegiar el diálogo. Es cierto que el reclamo es justo y que nuestro sueldo es miserable, pero si la única manera de quejarnos es no trabajar, ¿qué ejemplo les damos a todos esos hijos de empresarios exitosos que han hecho fortuna a través de la cultura del esfuerzo y la frugalidad que han inculcado en sus empleados?. Estaríamos poniendo en tela de juicio todo el sistema de valores de su familia, y eso resulta inaceptable", declaró una de las maestras del Colegio Sagrado Corazón de Babú, sito en el barrio de Palermo Gólico, uno de los más coquetos de la ciudad de Mauriciania.

La ciudad de Mauriciania, es el distrito con mayor proporción de colegios privados de la República Surrealista de Argentongo, que, en total alberga a un 48% del mercado de educandos. De hecho, en los últimos años, especialmente en el ámbito universitario, un gran número de alumnos han abandonado las frías y descascaradas aulas de las otrora prestigiosas universidades públicas gratuitas para mudarse a las confortables aulas de sus contrapartes privadas, dado que la gran cantidad de paros docentes en reclamo de condiciones salariales y edilicias dignas atentan contra una eficiente educación de los hijos de aquellos que evaden impuestos para poder solventar una educación primermundista a los herederos de sus respectivas fortunas.

Nélida Carnazza de Cannon aseguró a este medio que los docentes privados apoyan la naturaleza del conflicto y consideran legítimo el reclamo aunque no comparten la metodología, motivo por el cual proponen aguzar la creatividad de docentes y alumnos para hallar soluciones que eviten el paro de actividades. Interpelada sobre cuáles serían estos métodos creativos declaró: "En el Colegio Sagrado Corazón de Babú, implementaron un taller de arte dramático donde docentes y alumnos comparten clases de teatro y diseño de indumentaria montando una performance "a la gorra" en la vía pública, cuyos dividendos ayudan al plantel docente a completar sus magros ingresos".

Ejemplo a imitar. Una docente del Colegio Sagrado Corazón de Babú, sorprendida por la cámara de CG Revista, en medio de la "performance a la gorra" implementada por el personal de dicho establecimiento de educación privada como original, didáctica y políticamente correcta forma de protesta, evitando así el antipático paro de actividades.