Luego de muchas deliberaciones, el gobierno ha decidido respetar la decisión de las provincias ubicadas en la franja occidental de nuestro territorio de no llevar a cabo el cambio de hora propuesto por nuestros mandatarios para aprovechar la luz solar. (Me permito hacer una pausa en este informe para contarles que la que está escribiendo estas palabras es Lucy, o sea yo).
Este movimiento, que podríamos denominar de alguna manera rebelde, se gestó en Mendoza, cuna de nuestro vicepresidente y su voto no positivo. Una vez que los mendocinos hicieron punta en esta postura, otras provincias del oeste siguieron el ejemplo y adhirieron a la oposición. (Por favor recuerden que sigo siendo Lucy y estoy escribiendo yo esta nota). Las zonas damnificadas por el cambio horario el verano pasado aducen que definitivamente causó marcados trastornos físicos y psicológicos en los habitantes cercanos a la cordillera de los Andes. “Yo estaba cenando al rayo del sol, si queríamos cenar afuera me tenía que poner protector solar o se me terminaba pelando la nariz” aseguró el señor Alejandro Pin, de Mendoza. “Yo no me quería ir a dormir porque todavía era de día y de día hay que jugar, no hay que dormir, así que este año yo ni pienso irme a dormir si es de día, no, gracias” afirmó una pequeña de San Martín de los Andes a la que todo el mundo llama Cookie. (Ojo que no cambió el redactor, I’m still Lucy –lo digo en inglés para los que no entienden español.) Así, Jujuy, Catamarca,
Ahora bien (y no se olviden de que soy Lucy, por favor, ni Albano, ni Macedonio, ni Charly, ni Sardina, Lu-cy, repitan conmigo: Lu-cy), se estima que esta desopilante división del país dará lugar a inconvenientes tales como confusión extrema a la hora de sincronizar un programa de radio y/o televisión, hacer llamados telefónicos de larga distancia dentro de determinadas franjas horarias y celebrar el año nuevo. (Y acá yo, que soy Lucy, ya voy cerrando.) Después de casi quinientos años, cuando don Pedro de Mendoza se autoproclamó el primero de ellos, Buenos Aires podrá seguir jactándose de sus bienaventurados “adelantados”, pero esta vez gracias a sus relojes.
4 comentarios:
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Lucy: ¿esto de arriba es spam o un cliente de la traductora homicida de la que hablabas la semana pasada?
Lucy, si ella es Lucy, no es spam, es Lucy, no es trituradora, es Lucy.Tampoco es traductora, es lucy
Mini excavator: I cannot understand how you want to look for it if you already found it, but be my guest.
Damiens: no sé, pero es medio nabo. (Medio ;-))
Franfel: ¡Síiii! ¡Soy Lucy! ¡Gracias por pasar!
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